Miércoles, 9 de Octubre de 2013

Nos despertamos, nos duchamos, desayunamos, check-out y... ¡listos para descubrir Matsuyama!

Matsuyama es la ciudad más grande de la isla de Shikoku, y justo en medio de ella se levanta el Castillo de Matsuyama. Antes de coger el coche para dirigirnos hasta allí, decidimos volver paseando hasta el Dogo Onsen para verlo de día.

松山城 Matsuyama-jo

Terminado en 1627, el castillo se construyó en la cima del Monte Katsu, de 132 metros de altura. Se trata de un castillo de tres plantas y múltiples alas, que junto a los castillos de Wakayama y Himeji conforman los tres principales castillos de este tipo de distribución.

Al llegar a la base de la colina donde se alza el castillo, aparcamos el coche en un párking automático-rotatorio, y fuimos paseando hasta el pie de la colina para subir hasta el castillo. Al llegar tuvimos tres opciones: subir paseando, subir en teleférico o ¡subir en telesilla! Obviamente optamos por esta última opción, hacía un día estupendo así que optamos por subirnos al telesilla y gozar de una agradable subida hasta el castillo.

Dentro del castillo visitamos todas las salas, subimos hasta el piso superior para observar las vistas y no dudamos en disfrazarnos de samuráis con unas armaduras que había expuestas al público para que la gente aprenda y se pruebe una armadura de samurái... y la verdad es que ¡es más difícil de lo que parece! A mi me tuvo que ayudar un japonés simpatiquísimo y con ganas de hacer amigos y practicar inglés con nosotros ^^

Templo de Ishite

Al salir del castillo de Matsuyama y antes de poner rumbo hacia nuestro siguiente destino, decidimos visitar uno de los 88 Templos Sagrados de Shikoku, concretamente el número 51, Ishite-ji, por recomendación de Matt de la guesthouse.

Ishite significa "mano de piedra", y debe el nombre a una leyenda sobre un señor de Matsuyama que nació con una piedra en la mano. El santuario es una pagoda de tres plantas y se alza bajo una estatua de Buda situada en lo alto de la colina. La verdad es que el templo nos sorprendió, es un templo curioso y podría decirse que un punto raro para mi gusto, con decoraciones y estatuas por todos lados. Paseamos por el templo durante un buen rato e incluso subimos parte de la colina, y la verdad es que la visita valió la pena. Eso sí, nos quedamos con las ganas de ver el supuesto túnel que hay en el templo, el cual te lleva hasta dentro de la montaña y hasta la "parte de atrás" del mismo templo. No encontramos la entrada y ya se nos hacía tarde, así que parte del Ishite-ji nos quedó pendiente.

Shimanami Kaido

La Shimanami Kaido, o autopista sobre el mar, es la ruta que cogimos para ir desde Matsuyama, en Shikoku, hasta Kobe, en Honshu.

Esta autopista se construyó gracias a una serie de siete puentes que conectan las seis pequeñas islas. La ruta se abrió en 1999, y recorre una distancia total de unos 60 km. Cada uno de los puentes es único. El gran puente Tatara que es el puente atirantado más largo del mundo, y el puente Kurushima que es el primer puente colgante del mundo con tres puentes conectados sobre los 4 km del estrecho de Kurushima, entre otros.

Las vistas durante todo el trayecto son espectaculares. Recorrimos un total de 338 kilómetros desde Matsuyama hasta Kobe, encantados con el paisaje verde y montañoso.