En el año 794 Kioto se convirtió en la segunda capital de Japón después de Nara. De hecho, el primer carácter de su nombre significa "capital" o "lugar donde reside el Emperador" y el segundo significa "metrópolis" o "capital".
Debido a la Restauración Meiji, en 1868, la capital se trasladó a Tokio y fue entonces cuando se consideró cambiarle el nombre a Kioto puesto que perdía el estatus de capital, pero al final no se hizo.
Hoy en día está considerada como el centro cultural más importante del país. En Kioto se conservan gran cantidad de templos gracias, en gran parte, a que no fue objetivo de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Hay más de 2.500 lugares históricos entre templos, jardines, castillos y palacios; 17 de ellos declarados Patrimonio Mundial por la Unesco.
Arashiyama
Domingo, 6 de Octubre de 2013
En el ryokan donde nos alojamos no hay opción de desayuno, así que una vez listos para el largo día que tenemos por delante, salimos a desayunar de camino a la estación de Kyoto, y... nada más salir nos encontramos un マクドナルド Macudonarudo, aka McDonalds, ¡perfecto! :P Soy muy fan del McDonalds en Japón así que el desayuno ya estaba solucionado: McToast y CaffeLatte.
Paseamos hasta la estación de Kyoto y allí cogemos un tren de cercanías que nos lleva hasta las afueras, al noroeste de la ciudad, a un barrio llamado Arashiyama (嵐山) que significa montaña de las tormentas. Estación de tren: Saga-Arashiyama.
Arashiyama es un distrito que debe su nombre a la montaña Arashi situada junto al río Ōi (大堰川 Ōi-gawa) y nuestro objetivo allí era visitar el bosque de bambú de Sagano. Este bosque cuenta con más de 50 variedades de bambú, con algunos ejemplares que superan los 20 m de altura, atravesado por numerosos senderos, transitables a pie o en bicicleta. Paseamos por el bosque y luego nos dirigimos hacia la ladera del río. Las vistas son impresionantes y merece la pena visitar este barrio si se tiene tiempo.
Paseamos por la ladera del río hasta el puente Togetsu-kyô (渡月橋) o puente del “Cruce de la Luna” que lleva hasta una pequeña isla y luego cruza al otro lado del río, donde se encuentra el parque de monos de Iwatayama.
Nosotros solo cruzamos el puente para ver las vistas desde el otro lado y luego ya nos fuimos a comer algo de camino a la estación de tren. Como hacia calor, optamos por comer un zaru-soba (fideos soba fríos) que como todo en este país, estaba buenísimo.
Kinkaku-ji el Templo del Pabellón de oro
Cogemos un mini-tren que nos lleva hasta el noroeste de Kyoto y nos bajamos en la estación Omuroninnaji. Visitamos el templo Ninna-ji (仁和寺), construido en 842 y centro neurálgico de la rama Omura de la escuela budista de Shingon. Los edificios actuales, incluida la pagoda de cinco pisos, son del s. XVII. Paseamos por los impresionantes jardines y después ponemos rumbo hacia el Kinkaku-ji (金閣寺), el Templo del Pabellón de Oro. El Kinkaku-ji es un edificio de tres plantas ubicado en los terrenos del templo. Las dos plantas superiores del pabellón están recubiertas con hojas de oro puro y el primer piso, llamado la Cámara de las Aguas, (Shinden-zukuri), en estilo palacio imperial, evoca la clásica decoración japonesa modulada. Como la anterior vez que habíamos estado allí, nos quedamos embobados mirando el reflejo del templo en el lago, que parece una especie de espejo hipnotizante, es increiblemente precioso.
Kiyomizu-dera el Templo del Agua Pura
Al acabar la visita cogimos el autobús para llegar hasta mi templo preferido en Kyoto: el Kiyomizu-dera (清水寺), el Templo del Agua Pura. Al llegar nos encontramos con una visita escolar en las escaleras a las puertas del templo haciéndose las fotos de grupo, todos uniformados ¡parecían sacados de una serie de anime! ^^
Una vez dentro descubrimos que el templo estaba en obras, así que la gran baranda de madera estaba cubierta y además las tiendas de souvenirs ya estaban cerradas, con lo que no pudimos comprar ningún recuerdo. Aún así, disfrutamos mucho de la visita y vimos la puesta de sol desde uno de los templos más bellos del país.
Cuando salimos del Kiyomizu-dera ya era de noche así que paseamos hacia el barrio de Gion en busca de geishas y maikos y algo para cenar. De camino tomamos algo en una tasca japonesa-italiana: "oven onion on fire", tapa de chorizo y cerveza.
Hanami-dori, geishas y maikos
Paseamos por Hanami-dori y fuimos afortunados ya que vimos salir a una maiko de un restaurante ^^ Después anduvimos un rato más a ver si aparecía alguna otra maiko o geisha pero no tuvimos más suerte, disfrutamos del ambiente que evoca este callejón, digno del Kyoto feudal de la Era Edo.
La última parada antes de ir a cenar fue entrar en el centro comercial Loft, sin duda mi favorito de Japón. Quedé enamorada de esta tienda hace 5 años, y es que la sección de papelería es increible, una visita obligada para mi.
De allí ya nos vamos a cenar y al pasar por un Saizeriya no podemos resistir la tentación. Este restaurante es una cadena de comida rápida italiana y fue a uno de los primeros sitios que fuimos cuando estuvimos viviendo en Tokyo, en el barrio de Togoshi-ginza, así que al verlo no nos resistimos y entramos. No es de la mejor comida pero es barato y nos traía un montón de recuerdos, y con eso nos basta.
Por último, y ya de vuelta al hotel, la guinda del día la puso el encontrarnos con una geisha por la calle. Espectacular, preciosa. Es la primera vez que vemos una geisha y me quedé totalmente paralizada, ¡qué emoción! y ¡qué alegría! ^^