Fujikawaguchiko es una localidad de la prefectura de Yamanashi, cercana al Monte Fuji. En ella se encuentra uno de los Cinco Lagos de Fuji y es un área popular por sus hoteles frente al lago con vistas al Fujisan. La localidad es además el punto de salida para aquellos que quieran subir a la cima del Monte Fuji.

Este pequeño pueblo fue el escogido para pasar nuestra primera noche en Japón.

Welcome to Japan

Viernes, 4 de Octubre de 2013

Llegamos al aeropuerto de Narita (Tokyo) a las 7:50h de la mañana y cansados del vuelo, pero con muchas ganas de volver a pisar tierra nipona tras 5 años de espera. Los trámites de aeropuerto fueron rápidos y en nada nos encontrábamos con nuestras maletas haciendo cola en el stand de Nissan Rent a Car del aeropuerto. Nos atendió una chica encantadora que nos acompañó hasta el que sería nuestro coche durante los próximos 10 días, un Nissan March (aka Micra). Ya en el coche, intentamos (y no conseguimos) poner nuestro destino en el gps del coche, así que la chica tuvo el detalle de hacerlo por nosotros y enseñarnos como iba, no había opción de otro idioma que no fuera japonés, así que la diversión durante todos los kilómetros que nos esperaban por delante estaba asegurada. Cabe mencionar que optamos por alquilar un coche en lugar de desplazarnos en tren con el Japan Rail Pass porque cuando estuvimos viviendo en Japón hace 5 años ya viajamos mucho en tren, así que ahora nos apetecía probar la experiencia de conducir y movernos a nuestro aire por las carreteras japonesas.

Ya preparados, cogemos carretera dirección al Fuji-san. Nuestro destino es Kawaguchi-ko, uno de los 5 lagos que rodean el monte Fuji y desde el que se pueden ver excelentes vistas del mismo si el tiempo lo permite. De Narita al lago Kawaguchi son unos 200km, así que nos lo tomamos con calma para llegar a los alrededores del monte Fuji para comer.

Desde Narita nos dirigimos hacia Tokyo y después de atravesar la capital nipona cogemos la Chuo Expressway para llegar al Fuji-san. Nos quedamos asombrados de los paisajes nipones: montañas frondosas, verdes prados y miles de túneles que atraviesan las montañas japonesas. Es aquí cuando empezamos a darnos cuenta de la topografía del país: Japón es un archipiélago estratovolcánico y cerca del 73% del país es montañoso.

Kawaguchiko sin Fuji-san

Al llegar al lago Kawaguchi intentamos hacer check-in en el ryokan que teniamos reservado para esa noche, pero al ser demasiado pronto no está la habitación preparada así que aprovechamos para ir a comer algo e intentar ver el Fuji-san. Nos acercamos hasta un centro de información del monte Fuji donde nos pusieron un video acerca de la formación del volcán, visitamos la tienda de souvenirs (donde se puede comprar merchandising the Fuji-chan! ^^) y después ya nos fuimos en busca de algo para comer.

La opción escogida para comer fue algo rápido y ya conocido: Sukiya. Allí nos comimos un gyudon con queso, un plato que ya sabíamos de antemano que nos iba a gustar puesto que era uno de nuestros habituales años atrás.

Al acabar de comer intentamos acercarnos de nuevo al monte Fuji para ver si podíamos vislumbrar el gran volcán de Japón pero no tuvimos suerte, la niebla impedía ver nada de él. Eso sí, tuvimos algo que no esperábamos: al acercanos en coche hasta la falda del monte, ¡pasamos por una carretera musical! La carretera tiene unos surcos que reproducen música cuando circulas sobre ella, ¡increíble! Nos sorprendió y nos gustó tanto que pasamos un par de veces sobre ella ^^.

Pato-barcas y onsens

Ya de vuelta al hotel, hicimos el check-in, dejamos las maletas en la habitación y salimos a pasear por el lago Kawaguchi. No pudimos ver el monte Fuji pero si disfrutamos de las vistas del lago con sus pato-barcas. Luego optamos por coger el coche y rodear el lago para ver las vistas desde otros puntos.

Ya en el ryokan nos dimos un baño relajante en el onsen antes de cenar. Un onsen es un baño termal al aire libre y en el caso de nuestro ryokan eran baños separados para hombres y para mujeres así que disfrutamos del baño por separado aunque pudiendo hablar ya que los baños al aire libre están separados por una pared de bambú pero hablando un poco alto te puedes escuchar perfectamente, y como ya era tarde y estábamos solos, pudimos hablar sin problemas mientras disfrutamos de un baño termal con vistas al lago Kawaguchi.